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Aunque todos los detalles de una situación de tráfico se representan en el ojo (o afectan a otro órgano sensorial), sólo una pequeña parte se percibe conscientemente, dependiendo de en qué se enfoque. Generalmente puedes percibir y reaccionar ante 2 o 3 detalles, señales o señales de peligro por persona. En segundo lugar, y la velocidad debe ajustarse de acuerdo con la capacidad limitada de percepción y reacción. Preferiblemente debes evitar mantener la mirada fija en un punto en particular durante demasiado tiempo, ya que tu punto focal será demasiado limitado.
Mejora de la percepción y la capacidad de reacción.
Las cosas o eventos que son inusuales o interesantes atraen su atención, lo que facilita pasar por alto detalles más importantes. Por eso, cuando conduzcas, debes estar siempre preparado para reaccionar. No se trata sólo de la velocidad, sino también de tu atención y control del coche. Debes agudizar tu interés en los detalles, señales de peligro y señales que son importantes para la seguridad y que te ayudarán a anticipar lo que puede suceder en el siguiente momento. La mejor manera de desarrollar una actitud y un comportamiento seguros en la carretera es mediante el conocimiento de las propias limitaciones y un saludable escepticismo hacia la fiabilidad de lo que uno percibe inmediatamente en el tráfico. Una actitud y un comportamiento de seguridad vial se refuerzan cuando, como contrapeso a las propias limitaciones, se adquiere un estilo de conducción que proporcione un amplio margen de seguridad durante las distintas maniobras.
